31 de mayo de 2013

CLAVES PARA ELEGIR COCHES

Ya tengo Carnet y ahora........

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¿QUÉ COCHE ME COMPRO?
Aprobado el carné de conducir, ¿quién no ha soñado con la libertad que otorga el tener coche propio? El temor de los padres se acrecienta y comienzan las dudas: ¿coche nuevo o usado? ¿Y por qué no el del abuelo que ya prácticamente no lo usa? Obviando temas como el modelo o la estética del vehículo y atendiendo exclusivamente a la seguridad vial, delimitemos unos consejos básicos para escoger el coche de un joven que está aprendiendo a conducir.
1. Un coche de poca potencia
Para empezar, lo mejor es un coche no demasiado potente. Para una persona que va a utilizar el coche por ciudad y algo por carretera, es suficiente con un vehículo de 70 CV. En autovías, e incluso en carreteras secundarias de montaña se necesita un coche más potente, pero no necesariamente de más de 120 CV. Ya habrá tiempo de conducir coches de más potencia, lo fundamental es aprender primero o, para no ofender a los “resabiados”, coger más confianza y soltura. Hay asociaciones que defienden incluso la limitación de potencia en función de los años de carné. Puede parecer tontería, pero por algo será.
Con respecto a la tracción, los especialistas indican que para un “novato”, lo mejor es un coche con tracción delantera, dado que la trasera es más brusca e imprevisible. En este caso, desde aquí apelamos a la prudencia del nuevo conductor: siendo responsable, la tracción no tiene porqué ser un inconveniente, dado que es fácil acostumbrarse a las peculiaridades de la trasera.
Para quién apuesta por los diésel porque es más difícil calarlos, indicar que en la actualidad los motores diésel son tan sensibles como los de gasolina. Ante el turbo sí, turbo no, ocurre algo similar: las reacciones del coche ya no son tan bruscas como hace años.
2. Un coche de segunda mano
¿Quién no ha oído eso de “no te compres un coche nuevo porque al principio es fácil darle un golpe, sobre todo aparcando”? La versión contraria podía ser mejor un coche nuevo desde el principio porque eso le obligará a ser más cuidadoso. La realidad es que será mucho más barato asegurar un coche de segunda mano a nombre del conductor novel. Y este punto es clave no solo en el momento de adquirir el primer coche, si no cuando haya que comprar el segundo: el seguro será muchísimo más barato que si al principio se está en el seguro de algún familiar.
Por supuesto lo recomendable no es comprar un coche demasiado viejo, ya que carecerá con los elementos de seguridad activa que incorporan en la actualidad de serie la mayoría de los modelos.
3. Un coche con coste de mantenimiento bajo
Si el conductor novel es un joven, casi aseguramos que sus recursos económicos serán limitados (aunque haya excepciones). De ahí que necesiten un coche barato y fácil de mantener. Lo mejor en estos casos es elegir un modelo que no sea demasiado exclusivo y que se haya vendido mucho. Esto facilitará encontrar piezas de recambio, que los mecánicos conozcan bien el coche y que los arreglos sean más rápidos y económicos. Además, de los coches más vendidos, siempre hay más oferta, por lo que es más sencillo encontrarlos a un precio ajustado.
4. Un coche ni demasiado grande ni demasiado pequeño
Suele haber excepciones, pero un “novato” no suele tener cargas familiares, por lo que no necesita un coche muy grande, más difícil de maniobrar. Cierto que todo consejo tiene su trampa, puesto que una vez se aprende a maniobrar un coche grande, cualquier otro modelo pequeño es coser y cantar. Para viajar, un compacto es la mejor opción porque tiene más aplomo en carretera. En trayectos urbanos, los recomendable son los utilitarios.
5. Un coche con cambio manual
Cada vez hay más coches automáticos, pero lo ideal es que el primer coche sea con cambio manual por variedad de razones. La más evidente, porque si un día te ves obligado a llevar otro coche que no sea automático, será fácil. Pero lo fundamental es que con el cambio manual se tiene un control mayor sobre el vehículo y hay que presta mucha más atención a la conducción.
6. Un coche sin demasiada tecnología
Hay elementos de seguridad como el ABS, los airbags o el ESP que no deberían faltar en ningún vehículo, aún en los de segunda mano y más en el primer coche del conductor novato. Pero hay otras tecnologías que no son imprescindibles como los sensores de aparcamiento, de luces de lluvia, etc. Son utilísimos, nadie lo cuestiona, pero al principio lo único que lograrán es que se “desaprenda” lo que aprendimos en la autoescuela. Nunca está de más practicar el aparcamiento y habituarse a poner correctamente las luces.
7. El coche de tu padre
Es un clásico. Primero papá nos presta su coche, más grande y más potente, y luego ya nos compramos el nuestro. Cuando la opción sea el coche del abuelo, con más de 20 años, quizás no sea lo más aconsejable, ni por seguridad ni por costes de mantenimiento.
El equipamiento imprescindible
  • Control de estabilidad ESP. Es un sistema que ya ha cumplido 15 años y que incorporan de serie todos los modelos. Y que salva vidas.
  • Sistema antibloqueo de frenos ABS. Lo llevan de serie todos los coches fabricados después de 2004.
  • Airbags delanteros. Los del conductor y copilotos sin imprescindibles, y los llevan todos los coche con menos de diez años de antigüedad.
  • Aire acondicionado/climatizador. Además de ir más cómodo en días calurosos, en invierno es indispensable para desempañar el interior de los cristales con rapidez.
  • Rueda de repuesto. Cada vez son más los modelos que optan por ofrecer un kit reparapinchazos para ganar maletero y ahorrar peso. Mejor la rueda de repuesto.
  • Ajustes y regulaciones para asientos delanteros.

21 de mayo de 2013

DECORACION


Aprovechar la luz natural en nuestra casa: trucos y consejos


  • Las puertas de cristal nos darán la transparencia necesaria para permitir que la luz se expanda por el resto de la casa.
  • En paredes y techos, colores crudos, blancos rotos y grises neutros.
  • Los muebles y revestimientos, también claros y sin sobrecargar el espacio.
    La luz natural es la vida de nuestro hogar. Y si no pensemos qué difícil es crear hogar en una casa oscura, sin ventanas al exterior, con apenas luz natural y nunca directa. Evidentemente, quien disfrute de un ático grande con terrazas y ventanas no tendrá problemas para hacer cálidos sus espacios. Pero en viviendas pequeñas, y más si son bajos o primeros, la luz natural que nos llega es como agua en el desierto.

Por falta de permisos o presupuesto, crear nuevas entradas de luz es un problema    Es en este último caso en el que se hace fundamental saber aprovechar lo que tenemos, la luz que nos llega, explotarla, estirarla como si fuera un chicle. Para ello hay pequeños trucos que pueden ayudarnos a "iluminar" nuestra casa sin necesidad de obras. Estos son algunos de los que sugieren desde Fotocasa.

    Ventanas y entradas de luz
    Por falta de permisos o de presupuesto, crear nuevas entradas de luz suele ser un problema. Pero siempre podemos optar por cambiar el tipo de cristal que disponen nuestras ventanas. Otra opción mucho más económica para lograr una sensación de luminosidad extra y amplitud es pintar los marcos de las ventanas de un color claro, preferiblemente de blanco. 

    Puertas y puertas
   También pueden ayudarnos a dar más luz a nuestra casa. Sustituir la típica puerta de madera por otra parcialmente de cristal nos dará la transparencia necesaria para permitir que la luz se expanda por toda la casa, sin renunciar a su fin: separar ambientes. Si la puerta es corredera, aún mejor.

    Paredes y techos
    Cuanto más claros, más luminosos. Colores crudos, blancos rotos, grises neutros y otros pueden proporcionar la claridad ansiada. También el suelo claro resultará más efectivo a la hora de reflejar la luz.

    El color de los muebles
    Los muebles y revestimientos claros nos ayudarán a darle más luminosidad a cada cuarto.Blancos, crudos, mates, lacados o realizados en cristal… todos ellos resultan muy útiles para esta labor y, además, resultan muy fáciles de combinar en cualquier ambiente. El otro consejo con el mobiliario es no sobrecargar la estancia de muebles y otros complementos.

    Y el de los textiles
    Para dar mayor sensación de amplitud, nos interesa utilizar textiles y cortinas ligeras, de colores claros, distintas tonalidades de blancos, crudos o pasteles. Además, resultan más fáciles de combinar. 



8 de mayo de 2013